martes, 25 de marzo de 2014

Somos personas no trozos de carne

Hoy he vivido una de las experiencias más humillantes de mi vida.
Tenía cita en el hospital para hacerme unos de esos exámenes con los que los ginecólogos nos gratifican regularmente a las mujeres y que aunque necesarios (la prevención lo primero) son todos a cual más desagradables.
Hoy me he hecho una histeroscopia  o sea que me han examinado el útero con una cámara para comprobar que todo va bien. Hasta aquí todo normal y banal.
Cuando empieza la prueba, el medico y la enfermera comentan que han cambiado la cámara del endoscopio y que "a ver que tal". Como os imaginareis, estoy tumbada y en posición "ginecológica" una de las posiciones en las que sientes mas débil, expuesta y vulnerable. En medio de la prueba el médico se queja de la calidad de la imagen y veo que la enfermera sale de la consulta y la oigo decir "Señor de Fuji, señor de Fuji ¿puede venir usted? Y el señor de Fuji viene. Y yo pienso " no se atreverá a entrar" pero sí, el entra detrás de la enfermera y cuando me ve se asusta y hace amago de irse (lo cual me parece la reacción la mas normal) y el médico le dice "no, venga, venga, la imagen no me gusta y "patati y patata". Y yo allí, expuesta, sola, vulnerable, humillada, me he sentido tan mal que me he tapado la cara como si quisiese desaparecer. Lo peor de todo es que ha vuelto una vez más.
En ese momento de estupor no he reaccionado pero luego llegando a casa, la cólera me ha invadido y me ha traído otros recuerdos de situaciones semejantes en las que pienso que no se nos trata con la dignidad y el respeto que se nos debe, que somos seres humanos, no trozos de carne.
He recordado dos momentos en los que no suelo pensar para no remover el pasado pero que hoy quiero compartir y hacer catarsis.

En diciembre del 2010 sufrí un aborto espontáneo. En si, perder un embarazo que se espera con alegría y amor es una prueba dura, las circunstancias del mío lo hicieron todavía mas difícil si cabe. Fui a la primera ecografía y la doctora con mucha pena nos dijo que  el embarazo llevaba parado 4 semanas. Fue un duro golpe, me sentí defraudada y quise que la situación "terminase" lo más rápidamente posible, me sentía como un ataúd andante.
En el hospital me dijeron que aunque no había ninguna esperanza por ley había que esperar una semana para confirmar que el embarazo se había parado y que dentro de una semana me darían unas pastillas para provocar la expulsión. O sea que la ley, sin que haya ninguna esperanza, obliga a las mujeres a alargar esta situación dantesca una semana y me pregunté ¿Por qué?  Supuse que sería para evitar que las mujeres obtuviésemos así un aborto voluntario fuera del procedimiento habitual. Pero aun así, en un país en el que el aborto es legal hasta la semana 13, te mandan a tu casa a esperar una semana ¿A esperar qué? ¿Un milagro? Creedme que yo lo esperé en vano. Y no solo te mandan a casa, te mandan a trabajar. Fui yo la que pregunté " pero ¿tengo que ir a trabajar así?" a lo que se me respondió " si puedes, sí. Hay mujeres que lo hacen sin problemas". Yo pedí la baja y me la dieron pero sentí qué estabas pidiendo limosna cuando por humanidad, por dignidad se nos debería tratar de otra manera.
El segundo momento fue cuando nació mi hijo mayor. Mi mayor nació prematuro a los 7 meses de embarazo. Como su nacimiento fue inesperado no había tenido tiempo de informarme de las condiciones para declararle en el registro civil del consulado español de París. Así que el día que nació llamé al consulado para informarme y una "amable" señorita me informó de que conformemente a la ley los niños no existían legalmente hasta que hubiesen sobrevivido a las primeras 24 horas y así me lo dijo " espera a las primeras 24 horas porque si se muere no hace falta venir". Es que lo estoy pensando y me invade la furia ¿Es esa una manera de hablar a una mujer recién parida? Y al margen de esas palabras ¿Qué clase de ley tenemos que no reconoce la existencia de un niño nacido muerto o que muere justo después de nacer? Ese niño que ha ocupado la vida de sus padres durante meses, no aparece en el libro de familia, no existe. Al dolor de la perdida se añade el de la  negación. Y claro, si no hay niño, no hay baja de maternidad, así que salvo si tu médico te da la baja por enfermedad, teóricamente, toca volver al trabajo. En Francia, la ley es un poco más humana, a partir de la semana 25 de embarazo los niños tienen existencia legal, se les inscribe en el libro de familia, existen y las madres tienen derecho a la baja de maternidad.
La situación de esta mañana, ese sentimiento de injusticia, de indefensión me ha traído el recuerdo de esas dos experiencias en las que me sentí vulnerable y "vulnerada" la diferencia es que lo de hoy es una problema de sensibilidad del personal medico, las otras situaciones son la consecuencia de unas leyes injustas y "maltratadoras" para unas personas a las que la vida de por si ha puesto a prueba.

POST EDITADO

He recibido un interesantísimo comentario de un lector o lectora por desgracia anónimo pero jurista de profesión que me explica que el código civil español ha sido reformado en 2011 a petición de juristas y jueces que pensaban que la antigua ley vulneraba los derechos y la dignidad de la persona. Como ni vivo ni ejerzo en España no tenia conocimiento de esta reforma y agradezco al lector(a) su apunte.

En su versión actual, el código civil ya no exige ni que el feto tenga forma humana (qué manda huevos) ni que sobreviva 24 horas separado de la madre. Eso si, para que la persona exista legalmente el bebé tiene que nacer vivo lo cual excluye a los bebés muertos en el seno materno y a aquellos que mueren durante el parto (antes de cortar el cordón umbilical).

Me alegro que hayamos dado este paso adelante aunque como respondo al lector anómino en los comentarios me parece todavía insuficiente.



lunes, 10 de marzo de 2014

Los nombre de mi vida: L de Laurent

Lo habréis adivinado, Laurent es mi Chéri, mi esposo, mi marido. Sin ninguna duda una de las personas que mas ha cambiado mi vida e influenciado mi persona.

Laurent entró en mi vida por casualidad, por cosas de la vida y del destino.

Estaba terminando mi último postgrado en París, fue un año muy difícil en todos los ámbitos, personalmente fue un año de transición en el que estuve sin pareja y muy sola ( París cuando no conoces a nadie es muy inhóspito) y profesionalmente, tenía varios "trabajillos", los estudios y poquísimo dinero. Pasé todo el año en un pequeñísimo estudio de 9 m² que mi madre bautizó acertadamente como el "cuarto Polly-Pocket". Era pequeñísimo pero tenia de todo, cocinita (de cartón), neverita y una ducha de las que tienes que entras de lado.

Hacia mediados de junio la casera que me había dicho que podía quedarme durante el verano me anunció con una  gran sonrisa que tenia que irme al final de ese mes.

Fue un momento de pánico total porque tenia todavía que hacer exámenes en septiembre y lo de volver a casa de mis padres tras 3 años de asueto me pareció una dificultad francamente infranqueable sin perder la cordura.

Como estaba de prácticas en un gabinete de abogados, hice un llamamiento "SOS" a mis compañeros de esclavitud. Una de ellas me dijo que su piso tenia una "chambre de bonne" o "habitación de la chacha" que solía alquilar a gente de confianza. Me dijo que su piso estaba en un barrio muy bueno (lo cual era cierto, uno de los mejores) y me pidió que fuese a visitarlo. Me quede tan aliviada de saber que tenia "donde caerme muerta" que acepté sin ir a visitar el piso antes pensando que una cuartucho es un cuartucho.
Ay, error y de los grandes. El cuartucho tenia 5 m², estaba abuhardillado por dos lados y para acceder a él, había que subir 7 pisos a pie por una escalera de servicio de madera y exterior al edificio. Escalera en la que casi no cabía mi maleta de lo estrecha y empinada que era. En el cuarto había una cama de 80 cm y una mesilla de noche y basta. Ah, no también había un fregadero que hacia las veces de ducha. Vamos, una pesadilla al puro estilo Hichtcock.

No me quedé y lancé un segundo "SOS". Tuve suerte y una de mis compañeras me explicó que su novio llevaba viviendo con ella 6 meses pero que seguía pagando un piso que había alquilado con un amigo de infancia y me propuso "compartir" piso con él.

Me lo pensé bastante porque compartir piso con un chico que no conoces da respeto. Mi compañera me tranquilizó y me dijo que le conocían desde la escuela primaria y que era una persona "de bien". Y allí me fui !

Lo primero que me encandiló fue el piso, era un piso "normal" con un salón, una cocina enorme, una cuarto de baño con bañera, mi propio cuarto y un balcón con flores y muebles de jardín !! Un paraíso terrenal. Mal tenia que pintar para que no me quedase. Si una cosa tenía clara es que ese piso era genial y que al "cuarto de los horrores" no quería volver y pensé muy decidida que cualquier relación amorosa podía echar al traste ese privilegio y eso no era de recibo. Todo así, muy frió y calculado y pasa lo que pasa que "cuanto más alto escupes...".

Me mudé un viernes a la tarde y a Laurent  le vi por primera vez el domingo porque se había ido a pasar el fin de semana a casa de sus padres.

No fue para nada "amor a primera vista" por ninguna de la dos partes pero nos caímos bien rápidamente.

Laurent tenia una vida social muy nutrida. Aun sonrío cuando pienso en las primeras semanas de convivencia y como me reía cuando oía los mensajes de las "amigas" de Laurent en el contestador o cómo se enfadaban ellas cuando descolgaba el teléfono yo.

Ese verano yo trabajaba en turno de noche en una empresa de asistencia en viaje y Laurent trabajaba, así que nos vimos poco.

A partir de septiembre, cuando terminé los exámenes, empezamos a conocernos más, a hacer cosas juntos, ir al cine, a tomar unas cervezas, le acompañé en sus proyectos de teatro y de cine (actor y realizador) y fui descubriendo su universo, su gente y su personalidad.

Mi marido me conquistó por su humor y su inteligencia, su conocimiento del arte, del cine, de la literatura. Con Laurent se puede hablar de cualquier tema y eso a mi me encanta. 

También descubrí que es un "cabezota", que piensa tener siempre razón y que es un forofo total de deporte (raya en la obsesión) y que se volvía el fin de semana con 15 cassettes vídeo para ver TODOS los partidos de fútbol de la semana. Y cuando digo TODOS es de todos los países "importantes". En esta casa se sigue la liga española, francesa, inglesa, alemana e italiana y en ese orden, s'il vous plaît.

Hacia el mes de diciembre, según cuenta él mismo, Laurent lanzó una ofensiva mas directa, me invitó a un restaurante muy romántico para mi cumple, tuve regalo de Navidad y otras muchas atenciones encantadoras.

En Enero empezó la relación, no lo voy a negar con un poco de miedo y aprensión al futuro pero qué caray, solo se vive una vez ! 

Los principios fueron "moviditos" porque aunque estábamos muy enamorados, tocó encontrar un ritmo común, Laurent estaba acostumbrado a vivir "solo" y lo de vivir en pareja le gustaba como idea pero en la práctica iba mucho "a su bola", vivir en pareja significa hacer muchas concesiones y perder un poco de libertad y eso par él fue difícil de digerir.

Por mi parte, estaba acostumbrada a las relaciones "fusionales" del tipo "hacemos todo juntos cari y no nos separamos para nada" y tuve que aprender a vivir en pareja de otra manera. El choque cultural y social fue a la vez enriquecedor y destabilizante. Pero lo conseguimos y el "viaje" fue fabuloso.

Nos casamos dos años y medio después y este año celebramos nuestro décimo aniversario de boda. No siempre fue fácil porque tenemos dos caracteres muy fuertes y es raro que estemos de acuerdo en algo pero desde luego que si volviese 13 años atrás haría todo, todito igual !

Con Laurent he aprendido que:


  • la pareja somos "tres": él, nosotros y yo. Cada miembro de la pareja tiene que tener su propio tiempo y su espacio,
  • los hombres poco "paternales" pueden convertirse en los mejores padres,
  • con amor no hay sacrificio sino concesión,
  • hacer una concesión no es ser débil sino ser inteligente,
  • quejarse no sirve de nada, si algo no te gusta cámbialo y si no lo puedes cambiar acéptalo,
  • hay personas que necesitan tiempo para comprender, digerir y aceptar tus argumentos, 
  • en una relación se puede discutir sin perder el respeto y el amor,
  • existe una persona que habla tanto a más que yo (nos ha superado con creces mi Mayor que habla por los codos y que mi marido llama cariñosamente "el asno de Schreck". 
  • Mi casa es dónde este él y mis hijos, da igual el país.

Bueno y ahora ya os podéis reír de nuestra pareja "Laurent & Laura" al más puro estilo "Pepe & Pepa".

Este es el carnaval " Los nombres de mi vida" iniciado por la bloguera  lasonrisademiniyo  Así lo cuenta ella: " Todos cuando oímos un nombre lo asociamos a una persona, que nos cae bien o mal, que nos trae recuerdos, a veces buenos, otras regulares y otras malos, que nos evoca a un sitio u otra época de nuestra vida: colegio, instituto, universidad, localidad donde veraneábamos, amigo de la primera pandilla, que nos hace pensar en una artista, actriz,...en alguien de nuestra familia..."



martes, 4 de marzo de 2014

La vida Parisienne: consejos para "sobrevivir" en el metro

Estreno una nueva sección del blog que se llamará "la vida Parisienne". En ella intentaré daros información o consejos sobre la vida en la "ciudad de la luz".

Hoy empezamos con el conocido y emblemático "Metropolitain de Paris".







Los que ya habéis tenido la suerte de venir a París lo sabéis y los demás os lo imagináis: París, como Londres o Madrid, es una ciudad muy grande. Por ello es importante contar con un medio de transporte rápido, funcional y no muy caro.

Estamos de suerte porque París cuenta con una importante red de metro. Con el metro se puede ir a cualquier sitio de manera rápida y su precio, comparado con los transportes urbanos de Londres (qué ruina) es asequible. La circulación en París es muy mala así que si debéis llegar a algún sitio a la hora no dudéis en coger el metro. 




Qué idílico todo esto,  ¿verdad?

Pues no, el metro parisino tiene algunos inconvenientes que es mejor conocer antes de venir y así evitarse disgustos:

  • Esta muy sucio y cuando digo muy sucio mido mis palabras. Así que no os sentéis en ningún sitio, ni en los asientos, ni en las baldosillas, ni sobre todo (horror) en el suelo. Si queréis conocer un poco más de la fauna local, en los canalones de los andenes se pueden ver preciosos ratoncitos minúsculos de color marrón (de verdad, son adorables) que corren a sus anchas, sí, detrás de los asientos de plástico donde se sienta la gente. Ya lo dije, no os sentéis !

  • Con relación de causa-efecto con el punto anterior: huele mal, mención especial y premio de honor a la linea 14 en las estaciones "Madeleine" y "Concorde". En esas estaciones huele a váter y me temo que las manchas marrones del techo y el suelo estén relacionadas con ese olor. En general, sin hablar de las zonas sucias (donde los mendigos viven o donde la gente hace pis) hay un olor enrarecido que los que vivimos aquí ya no percibimos (gracias al cielo) pero que incomoda muchísimo a los forasteros.

  • La red de metro es complicada, en algunas estaciones se cruzan 5 o 6 lineas de metro diferentes. Es normal perderse en el metro, le pasa a todo el mundo.Es importante mirar el plano del metro antes de salir de casa (o del hotel) y decidir que recorrido vais a realizar: qué lineas vais a coger, en qué dirección, dónde vais a cambiar, etc. Os recomiendo evitar las estaciones con muchos enlaces como "Châtelet" o "Montparnasse" porque os tocará andar y mucho. En algunos enlaces  se anda, más o menos, 5 minutos hasta llegar a la otra linea. Si queréis calcular ( a ojo de buen cubero) cuanto tiempo vais a tardar, podéis contar 1.5 minutos por estación y 5 minutos por enlace. Mucho mas preciso, la página web de la red de transportes parisinos (RATP) que calcula el tiempo de recorrido casi científicamente.

  • El metro es un infierno para las personas con problemas para moverse, las personas en sillas de ruedas y por supuesto para las sillas de paseo. Hay escaleras por todas partes, para acceder a la estación, para acceder al anden, en los pasillos de correspondencia. Es como una red de montañas rusas sin orden ni concierto y, salvo en contadísimas excepciones, no hay ascensores.


Foto :http://www.jeanmiaille.fr/2012/08.html


  • Personalmente, os desaconsejo llevar a niños en sillas de paseo en el metro, al margen de las escaleras (que así elimináis las crêpes y los macarrons engullidos) una vez en el vagón de metro no hay ningún lugar previsto para poner la silla o el coche de paseo, tendréis que "compartir" espacio vital con los demás viajeros y los parisinos no comparten y no son comprensivos con las personas con niños. La silla les molestará y te lo harán saber con una mirada "de la muerte" o alguna palabra malsonante. He visto muchas veces una marabunta abalanzarse sobre una silla de paseo, sin atender a las demandas de prudencia "cuidado que hay un niño" y quejándose cuando naturalmente el pobre niño, sintiéndose rodeado, se pone a llorar. Si viajáis con niños pequeños os recomiendo las mochilas o los fulares de porteo o la red de autobuses que es casi tan extensa como la del metro aunque, claro, es menos rápida porque depende de la circulación.

  • La regla de oro  para viajar con tranquilidad en le metro de París es "mirarse los pies". Con esto quiero decir que conviene evitar la costumbre española de mirar a los demás a la cara e incluso de intentar interactuar con ellos, de ser un ser humano sociable, preocuparse de su entorno. Eso queda descartado, cuanto menos interactuéis, mejor. Esto puede sonar duro o despiadado y lo es pero así es como piensan y actúan los parisinos así que "cuando vayas a Roma...".

  • Como en todos los metros de las grandes capitales hay delincuencia, la mayor parte robos, los famosos "pick-pockets". Dicho esto, vivo en París desde hace 14 años y nunca he tenido problemas en el metro. En el único sitio en el que me han robado ha sido en el metro de Barcelona. Así que sed prudentes sin más.

  • En las estaciones grandes suele haber 3 o 4 salidas. Así que cuando lleguéis a la estación deseada antes de coger una salida, mirad el mapa del barrio que suele estar en medio de andén. Este mapa os indicará que salida coger para llegar a vuestro destino lo mas rápidamente posible y no perder tiempo y energía.

  • En los pasillos de metro hay que andar ligeros, eso de pasearse con tranquilidad no se estila,  hay que andar al estilo "Terminator".He podido comprobar en mi familia y amigos que el metro les cansa muchísimo, entre las escaleras y la marcha a ritmo militar se me duermen por las esquinas.

  • Un último consejo, si venís en verano, evitad las sandalias abiertas porque hay unos mosquitos o arañas (o peor, prefiero no pensarlo) que gustan de picar (o morder) en los pies.
Visto el primer comentario de mi querida "mamá en Bulgaria", qué me dice que le he metido miedo, rectifico. Mi intención no es meteros el miedo en el cuerpo, yo cojo el metro todos los días y no podría vivir sin él (la circulación en coche es mucho peor). Simplemente daros unos consejos para haceros la vida mas fácil. Y además ¿porque estar preocupados? Estáis en París. Disfrutad !

Y vosotros ¿cual ha sido vuestra experiencia con le metro parisino o con el metro de vuestra ciudad? ¿tenéis consejos que compartir?