domingo, 27 de abril de 2014

La vida parisienne: la odisea de buscar piso

Lo decidimos hace un año, cuando la Pelirouge entre en la escuela, nos mudamos.


No créais que ha sido fácil tomar esta decisión porque cambiar de casa en Paris y sus afueras no es un paseo por el parque, por ello, cuando compramos nuestro piso actual dijimos que nos íbamos a quedar 5 años y ya llevamos 8, dijimos que no era un piso para 4 y somos 4 desde ya casi 3 años, dijimos tantas cosas que al final pusimos una fecha "tope", la entrada de la Pelirouge a la escuela, es decir septiembre de este año.

 Y aquí estamos, sin vuelta atrás. Con ilusión y acojone miedo a partes iguales, bueno, últimamente admito que el miedo empieza a ganar (ligeramente) la partida.


Llevábamos 8 años en este piso que nos enamoró los primeros años y del que nos queremos divorciar desde hace mas de dos.

Así, que te pones a soñar y piensas en tu casa-piso ideal y es como el cuento de la lechera, te imaginas en un piso (lo de la casa lo hemos abandonado porque ni mi Cheri mi yo no somos manitas (eufemismo del año) y en una casa hay que serlo) con sitio para todos, con un despacho para que mi marido pueda ordenar todas sus cosas (y sobre todo que yo deje de verlas) con una cocina en la que se pueda cocinar y en la que podamos sentarnos todos a cenar y abrir los armarios o la nevera al mismo tiempo, con una terraza o un pequeño jardín y ya puestos cerca del metro o del tren.

Y  lo ves tu piso soñado, lo veas tan claro y te ilusionas y sabes lo que quieres y te sientes como Rocky, indestructible, oyes en tu cabeza Kathy Perry (You're gonna hear me roar) y empiezas las visitas y tus ilusiones se van resquebrajando poco a poco.
 
Después de las primeras decepciones, de fotos que no son lo que parecen y de agentes inmobiliarios que tienen más morro que espalda, después de discutir hablar con tu marido porque aunque estaba dispuesto a mudarse mas lejos, le tocas las pelotas molesta los 45 minutos de tren para llegar al trabajo, empiezan los compromisos, empiezas  a renunciar a muchas de las cosas supermegaimportantes de tu lista y finalmente prescindibles; terraza ¿para qué?,dos baños ¿Quién los necesita? y terminas visitando pisos (e incluso pensando en comprarlos) que nada tienen que ver con lo que querías y que, en le fondo, ni siquiera te gustan.

Tengo la impresión de estar de exámenes en la universidad, cuando preparaba mis plannings de estudio y al principio tenia tiempo y el planning era razonable y factible y me quedaba tiempo para comer, dormir e incluso salir a dar un paseo,  pero los días pasaban y como tenia tiempo (lo que es la ausencia de presión real) iba procrastinando hasta que tenia que hacer de nuevo el planning. El ultimo planning, o sea el cuarto o quinto, era el planning "de la muerte", cualquier problema se convertía en un obstáculo insuperable.

En esas estamos, vendiendo nuestro piso, buscando otros y todo eso con un imperativo, nos tenemos que mudar para principios de septiembre, antes de que empiece la escuela. Y esto añade mas presión porque los pisos sin obra escasean y los con obra ¿Llegaremos?

Para una angustiada de nacimiento como yo esta siendo un trago difícil. Sentirme así, vivir este cambio de esta manera me esta dando mucho que pensar porque ¿No debería ser este un momento divertido, lleno de ilusión? Estoy en un mar de dudas.

Aprovecho mis rollos circunstancias personales para hablaros de la búsqueda de piso en Paris. No os voy a engañar, no es nada fácil, es quizás el paso mas difícil de una mudanza a Paris o a la región parisina.

Si queréis comprar:

Lo primero es ir al banco, los bancos franceses son muy estrictos con los prestamos inmobiliarios, calcularán vuestros ingresos netos mensuales y os propondrán la cantidad máxima que están dispuestos a prestaros. Normalmente, esa cantidad equivale a 30% de vuestros ingresos netos. En el banco os pedirán que tengáis un aporte para la compra, es decir que tengáis suficiente dinero para cubrir al menos los gastos de notario (5% del precio de compra), la comisión de la agencia inmobiliaria (entre 3 y 4% del precio de compra) y los gastos de la mudanza. Si hay obra o si necesitáis dinero para amueblar la casa habrá que pedir otro préstamo distinto porque la cantidad del préstamo es la del precio de compra, no hay tasaciones, ni evaluaciones posteriores.

El banco os dará un estimación de préstamo que podréis presentar a los vendedores para "probar" que sois compradores serios. Sí, aquí la compra es una lucha y hay que ser mejor que los otros compradores para ganar la "batalla".

Como es España para buscar lo mejor son los anuncios por internet. Estos son las paginas web que yo utilizo (hasta la saciedad y compulsivamente, se me van a borrar los ojos) y también los mas conocidos:

www.seloger.com

www.explorimmo.com


Después tendréis que descifrar los anuncios, trabajo cansino y laborioso porque la redacción de anuncios inmobiliarios es el arte del eufemismo por excelencia, un piso con carácter o encantador (plein de charme) será en realidad un piso mal concebido y raro (puede que para ir a una habitación haya que pasar por la cocina o que el baño este en una habitación).


En Paris intramuros, los precios de los pisos son prohibitivos y suelen ir de 6 000 a 13 000 euros por metro cuadrado y dependen de los distritos ( arrondissements). En el noroeste los precios son mas asequibles (todo es relativo, estamos hablando de Paris) en el resto, los precios son parecidos salvo en  los distritos del centro y los que están cerca de los principales monumentos en los cuales el precio por metro cuadrado es estratosférico.
 
Una vez que lleguéis a un acuerdo sobre el precio, firmareis una promesa de compra (compromis d'achat) y pagareis 10% del precio en arras, solo los recuperareis si el banco no os da el préstamo así que hay que estar seguros. Tres meses después firmareis el acta en el notario. A tener en cuenta este plazo de 3 meses porque con los notarios "las cosas de palacio van despacio".
 
Si queréis alquilar.
 
Vaya por delante. Si buscáis piso de alquiler "que la fuerza os acompañe", la necesitareis.
 
Francia es un país con mas tradición de alquiler que de compra.
Históricamente los alquileres eran ridículamente bajos, personas como mis suegros nunca compraron un piso por esa razón. Es también un país con una ley extremadamente protectora de los inquilinos. Expulsar a un inquilino que no paga (por la razón que sea, recuerdo un caso de un abogado que no pagaba porque no quería) es aquí misión imposible, si además se trata de una familia con hijos la expulsión es casi imposible. Y aunque el juez tras dos o tres años de juicios ordene la expulsión, nadie puede ser expulsado entre noviembre y abril (lo llaman la tregua invernal).

Con estas perspectivas los propietarios son extremadamente selectivos con los inquilinos, eligen ellos no vosotros. Es mejor tenerlo claro desde el principio. ¿ Qué buscan?
Personas con trabajos fijos (si tenéis un contrato temporal o estáis en periodo de prueba será un obstáculo importante), normalmente piden que los inquilinos tengan unos ingresos mensuales netos equivalentes a 4 ( y a veces 5) veces el alquiler mensual. Pedirán también garantías, vuestros padres o suegros (si son franceses) y si no una garantía bancaria. Si estáis expatriados lo mejor es pedir a la empresa que os avale, un aval de la empresa será muy bien visto por el propietario.
 
Si sois estudiantes, intentad encontrar una habitación en un campus universitario porque es la mejor solución. Sino tenéis dos opciones:
  • los estudios o "chambres de bonne": creo que esta es la categoría de pisos en las que hay mas abuso y en las que se pueden ver pisos más esperpénticos ( sin ducha, sin agua, con ducha y WC en el descansillo, a compartir con los demás inquilinos, con un WC en medio del salón, de 5m2 y un larguísimo etc.) Suelen ser caros, entre 400 y 650 euros según la superficie y el barrio.
 
  • los pisos compartidos (en colocation): en este tema ha habido una evolución enorme en los últimos 15 años. Cuando llegué a Paris, casi no se compartía piso, los propietarios veían lo de alquilar a varios con recelo. Desde hace algunos años, el fenómeno se ha extendido mucho y hay incluso paginas web para buscar pisos compartidos. Muchas veces me pregunto si no será un efecto secundario de la película de Klapish "L'auberge espagnol". Esta opción es mucho mas asequible aunque tiene los inconvenientes del piso compartido que todos conocemos.
 
 
De todas maneras, antes de visitar os recomiendo preguntar al agente inmobiliario que papeles, documentos o certificados tenéis que presentar, haced un montón de fotocopias y cuando vayáis a visitar un piso llevadlos con  vosotros. Así, si un piso os gusta, desenfundáis si no los primeros, si rápidamente.
 
Un último apunte, los pisos se alquilan la mayor parte de las veces vacíos, sin nada, ni cubiertos, ni platos, ni electrodomésticos, ni televisión, ni ná de ná.
 
 
Y para todos los que estáis buscando o queréis buscar (nosotros incluidos) os digo a la francesa: "Merde!"